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No podemos ser un parque temático para la población urbana

¿En qué consiste el proyecto de la cabaña de los duendes?

La cabaña de los duendes es nuestro último proyecto-sueño. La creación de una cabaña entre los árboles en un robledal-pradera abandonados. Un espacio a 100 metros de nuestro agroturismo, pero con un gran desnivel en el que hemos creado escaleras para que el acceso sea más fácil para todos los viajeros rurales.

La primera fase ha consistido en crear una cabaña entre árboles en un lugar muy especial para nuestra familia y con grandes vistas al valle de Arce. Tiene una capacidad de 2 más 2 niños, pero también cubrimos una necesidad de crear un alojamiento separado especial para parejas con el que pretendemos estabilizar un segundo puesto de trabajo a media jornada.

La construcción la hemos realizado de la mano de Iñaki Urkía, un arquitecto pionero bioclimático y la creación de un curso, junto con el INEM, de casi dos meses de duración de bioconstrucción de una cabaña de un árbol.

La creación de una casa en los árboles encaja perfectamente en nuestra filosofía de ecoconstrucción y de ofertar un alojamiento más sencillo , sin luz artificial, alejado del núcleo urbano e inmerso en medio de la naturaleza. Posee muchas cristaleras para tener la sensación de vivir entre los árboles y poder observar los pájaros y la fauna del robledal y una claraboya para observar el cielo desde dentro.

La segunda fase consiste en la recuperación de la pradera para la alimentación de nuestros animales y en el cuidado y creación de espacios para jugar y reflexionar dentro del robledal. Una invitación a realizar una inmersión dentro de un bosque y sentirlo más, una invitación a recuperar la magia del lugar y del bosque, una invitación a soñar.

Es necesario volver a aprender las prácticas que hacían nuestros abuelos

¿Qué puede aportar este proyecto en el ámbito de las casas rurales?

La creación de alojamientos más simples, más económicos, más en contacto con la naturaleza, la utilización de madera comprada en lo local, en nuestro caso toda la madera la hemos comprado entre una serrería local y una carpintería del pirineo.

Cuando reconstruimos casa Marcos realizamos una fuerte inversión que nos lastra en nuestro proyecto, la reconstrucción de una gran casa de madera y piedra puede ser bioconstrucción, puede ser interesante desde el punto de vista de recuperar patrimonio y territorio rural, pero es muy difícil sobreponerse económicamente a esa inversión, y que el proyecto de un agroturismo sobreviva. Hemos vivido este problema en nuestras propias carnes y en la de muchos amigos que han rehabilitado casas para la creación de "negocios" rurales.

La creación de alojamientos más simples, más económicos puede ser una solución (recuperar bordas, hórreos, cabañas, casas de paja...) y además, que no tengan luz, que no tengan agua simplifica la construcción y creemos que nos une más a la tierra. Desconecta de wifis, móviles, teles...

En nuestro caso hemos realizado una cabaña con agua corriente porque por infraestructura no podíamos construir uno en las casas. Pero consideramos suficiente crear un espacio común de duchas y servicios.


¿Creéis que es necesario un mayor compromiso por parte de propietarios de casas rurales y administración para conservar el patrimonio cultural rural y los ecosistemas?

Más que de los propietarios rurales, es un compromiso de los que vivimos en lo rural, sobre todo. Es necesario volver a aprender las prácticas que realizaban nuestros abuelos para sobrevivir en cada territorio con sus características y peculiaridades y eso es una sabiduría que en casi todos los casos se ha perdido. Pero no vamos a ningún lado si sólo los propietarios de alojamientos rurales remamos hacia allí, es necesario que todo el mundo rural vaya hacia allí y eso debe crear suficiente presión para que la administración cambie muchas, muchas leyes que cortan el despegue o la supervivencia de estos territorios. No podemos ser un parque temático para la población urbana. Pensamos que debemos apoyarnos en el turismo rural para poder seguir adelante, porque es una de las pocas maneras de poder mantener los negocios en lugares con tan pocos habitantes en el que no existe demanda suficiente por falta de personas viviendo. Se debe apoyar mucho más a la ganadería y agricultura ecológica y cambiar las leyes de procesado y venta directa. Crear una discriminación positiva hacia los territorios rurales deteriorados, o sea, hacia casi todos.

¿Cuál es vuestra opinión sobre el proyecto de la Fundación Ecoagroturismo?

Para nosotros fue fundamental conocerlo, porque en aquellos años a nivel territorio y provincial era difícil conocer a personas con ese discurso y muchas veces te crea dudas el no conocer ejemplos de lo que nosotros intuíamos que podía ser nuestro camino. Así que fue un chute de optimismo, una fuente de inspiración e hicimos muchos amigos con proyectos primos hermanos con los que aprender y despejar dudas o soñar.

Siempre es una suerte volver a encontrarnos con algún amigo de la red. Ojalá volvamos a crear los encuentros que hacíamos.